La
estabilización de suelos en ingeniería civil es una técnica que permite “mejorar
las características resistentes” de los suelos empleados en la construcción de
caminos y carreteras, mediante la adición de un cementante.
De
forma muy simple pero gráfica, si queremos hacer un camino atravesando un
terreno blando y embarrado donde un vehículo podría quedarse atascado, la
normativa española establece unas pautas donde mediante la adición de una
proporción adecuada de cemento común o cal y convenientemente trabajado (mezclado,
compactado, etc), podremos transformar ese suelo en un terreno “algo más duro” por
el que transitar.
La
estabilización de suelos no es algo nuevo ni revolucionario en el mundo de la
ingeniería, ya que es una técnica con más de dos mil años de antigüedad. Sin
embargo, todavía a día de hoy existen algunos tipos de suelos donde la adición
de cemento convencional o cal no consigue “mejorar esas características
resistentes”. Este es el caso de suelos con contenidos apreciables de sulfatos
(generalmente en forma de yeso), donde este mineral reacciona con la cal y los
componentes del cemento formando otro mineral altamente expansivo, lo que
genera durante su crecimiento la rotura de la estructura del suelo. Así, un
suelo con sulfatos, tras mezclarlo con cal o cemento y compactándolo
convenientemente, a los pocos días aparece fisurado, abombado y suelto debido a
la formación del susodicho mineral expansivo denominado etringita.
Mi
tesis doctoral profundiza en estudios previos donde el cemento común o la cal es
sustituido por otro cemento hidráulico con base de Mg. Es decir, emplea otro
tipo de cementante con el que el yeso no reaccione formando etringita. Los suelos
con sulfatos son muy abundantes en todos los continentes, llegando a ser
predominantes en extensas zonas. Sin irnos muy lejos, en el valle del Ebro (pongamos
por ejemplo desde Tudela hasta Lérida) predominan los suelos con sulfatos. La
construcción de una carretera exige que los terraplenes y explanadas necesarios
cumplan una serie de características “resistentes” que garanticen un determinado
comportamiento y durabilidad ante la acción del tráfico rodado. Cuando el
terreno no reune las cualidades mínimas necesarias, este puede estabilizarse o
sustituirse por otro mejor. En el caso de zonas donde el terreno predominante sea
un suelo con sulfatos que no cumpla con esas cualidades mínimas, la sustitución
o aportación de grandes cantidades de terreno mejor traído de un lugar lejano (generalmente
esto se traduce en camiones y camiones de grava…..) puede resultar económicamente
inviable. Sin embargo, mediante la adición de pequeñas cantidades de un
cementante que estabilice el suelo la viabilidad económica puede producirse.
Unas
adecuadas vías de comunicación siguen siendo esenciales para el desarrollo y/o el
mantenimiento de la actividad socio-económica de una región. Tal vez el conocimiento
aportado en esta tesis, pueda ayudar a dar viabilidad al desarrollo
de obras públicas que hoy son inasumibles económicamente. Espero que se traduzca en una solución a un problema técnico concreto de la ingeniería civil, que derive en la posibilidad de construcción y mejora de vías de comunicación en lugares donde a día de hoy no es factible desde un punto de vista económico.
En los temas teconológicos aplicados como este no es difícil encontrar la utilidad social. Bien descrito.
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